viernes, 11 de julio de 2014

''Muchos niños menos.'' Palestina.

 El cielo estaba nublado, no se veía muy bien, las calles estaban todas destartaladas, todo estaba hecho polvo, niños corrían por las calles con sus pelotas de fútbol, madres caminaban con sus hijos de la mano, todo estaba tranquilo. Ya hacía un tiempo que no habían conflictos en su localidad, y los que hubieron no provocaron mucho daño, como en otras zonas.
La gente se sentía un poco más tranquila, salían con menos miedo a la calle y permitían a sus hijos salir a jugar con los demás niños, bueno con los que quedaban. Los hombre habían retomado sus labores, volvieron al trabajo y a sus vidas cotidianas.
En esa tarde, ese cielo nublado, en el que no se veía nada, con las calles destartaladas y el polvo que los rodeaba, se escucho una explosión a las afueras del barrio, la gente se asusto, comenzó a correr desesperada a refugiarse en donde pudiera, los niños buscaban a sus madres y viceversa.
Las bombas seguían cayendo, el ruido que hacían era insoportable, lastimaba los oídos, y cada vez se acercaba más al pueblito, palestino.
En cierto momento, las bombas llegaron... los gritos se confundían con las explosiones, la grande empezaba a cubrir las calles...

En una casa, una familia se refugiaba en el cuarto de los padres, eran la madre, el padre y sus dos hijos pequeños, de unos 5 y 6 años. La madre abrazaba a las dos criaturas, mientras estos lloraban desconsoladamente, iban con las ropas llenas de polvo y el más chico llevaba su cara toda ensangrentada, ya que estaba jugando con un amigo en la calle cuando exploto la primer bomba, mientras que la vibración hizo que se le cayera un poste encima de su amigo produciendo que le salpique toda la cara con la sangre del mismo. El padre mientras tanto protegía con sus brazos a su mujer y ambos hijos.
De pronto, suena un nuevo estallido, el cual tiene origen muy cerca de donde se encontraba la familia. Gracias a la bomba se derrumbo a pedazos la casa y todo el techo fue a parar sobre los cuerpos de los que allí se escondían.
  • Mami? Papi? - ese era el niño de cinco años, viendo a sus padres y a su hermana, muertos. Ese era un pequeño de cinco años viendo, con sus ojos inocentes llenos de lágrimas, los cuerpos destrozados de las personas que él más amaba en este mundo.

Al ver aquella escena, asustado, atinó a salir corriendo de la casa, de lo que quedaba de casa, y corrió y corrió, sin mirar atrás, sólo esquivaba a las personas que pasaban por su lado en un estado mucho peor que el de él.
De pronto, escucha como algo se acerca a donde él estaba, pero por culpa del polvo no podía ver absolutamente nada, peor cuando fue capaz de distinguir lo que se aproximaba, lo único que pudieron ver sus pequeños ojos marrones, fue la silueta de otra bomba que caía muy cerca. Y eso es lo último que pudo ver el niño, nada más, ni risas, ni juegos, solo bombas y a su familia siendo descuartizada por un pedazo de techo, procurando protegerlo de todo peligro.



''El genocidio que se está dando en Palestina debe parar, el mundo se bebe unir para que menos criaturas pierdan a sus padres, su inocencia y su vida''


Sean. 

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viernes, 11 de julio de 2014

''Muchos niños menos.'' Palestina.

 El cielo estaba nublado, no se veía muy bien, las calles estaban todas destartaladas, todo estaba hecho polvo, niños corrían por las calles con sus pelotas de fútbol, madres caminaban con sus hijos de la mano, todo estaba tranquilo. Ya hacía un tiempo que no habían conflictos en su localidad, y los que hubieron no provocaron mucho daño, como en otras zonas.
La gente se sentía un poco más tranquila, salían con menos miedo a la calle y permitían a sus hijos salir a jugar con los demás niños, bueno con los que quedaban. Los hombre habían retomado sus labores, volvieron al trabajo y a sus vidas cotidianas.
En esa tarde, ese cielo nublado, en el que no se veía nada, con las calles destartaladas y el polvo que los rodeaba, se escucho una explosión a las afueras del barrio, la gente se asusto, comenzó a correr desesperada a refugiarse en donde pudiera, los niños buscaban a sus madres y viceversa.
Las bombas seguían cayendo, el ruido que hacían era insoportable, lastimaba los oídos, y cada vez se acercaba más al pueblito, palestino.
En cierto momento, las bombas llegaron... los gritos se confundían con las explosiones, la grande empezaba a cubrir las calles...

En una casa, una familia se refugiaba en el cuarto de los padres, eran la madre, el padre y sus dos hijos pequeños, de unos 5 y 6 años. La madre abrazaba a las dos criaturas, mientras estos lloraban desconsoladamente, iban con las ropas llenas de polvo y el más chico llevaba su cara toda ensangrentada, ya que estaba jugando con un amigo en la calle cuando exploto la primer bomba, mientras que la vibración hizo que se le cayera un poste encima de su amigo produciendo que le salpique toda la cara con la sangre del mismo. El padre mientras tanto protegía con sus brazos a su mujer y ambos hijos.
De pronto, suena un nuevo estallido, el cual tiene origen muy cerca de donde se encontraba la familia. Gracias a la bomba se derrumbo a pedazos la casa y todo el techo fue a parar sobre los cuerpos de los que allí se escondían.
  • Mami? Papi? - ese era el niño de cinco años, viendo a sus padres y a su hermana, muertos. Ese era un pequeño de cinco años viendo, con sus ojos inocentes llenos de lágrimas, los cuerpos destrozados de las personas que él más amaba en este mundo.

Al ver aquella escena, asustado, atinó a salir corriendo de la casa, de lo que quedaba de casa, y corrió y corrió, sin mirar atrás, sólo esquivaba a las personas que pasaban por su lado en un estado mucho peor que el de él.
De pronto, escucha como algo se acerca a donde él estaba, pero por culpa del polvo no podía ver absolutamente nada, peor cuando fue capaz de distinguir lo que se aproximaba, lo único que pudieron ver sus pequeños ojos marrones, fue la silueta de otra bomba que caía muy cerca. Y eso es lo último que pudo ver el niño, nada más, ni risas, ni juegos, solo bombas y a su familia siendo descuartizada por un pedazo de techo, procurando protegerlo de todo peligro.



''El genocidio que se está dando en Palestina debe parar, el mundo se bebe unir para que menos criaturas pierdan a sus padres, su inocencia y su vida''


Sean. 

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''Muchos niños menos.'' Palestina.

 El cielo estaba nublado, no se veía muy bien, las calles estaban todas destartaladas, todo estaba hecho polvo, niños corrían por las calles con sus pelotas de fútbol, madres caminaban con sus hijos de la mano, todo estaba tranquilo. Ya hacía un tiempo que no habían conflictos en su localidad, y los que hubieron no provocaron mucho daño, como en otras zonas.
La gente se sentía un poco más tranquila, salían con menos miedo a la calle y permitían a sus hijos salir a jugar con los demás niños, bueno con los que quedaban. Los hombre habían retomado sus labores, volvieron al trabajo y a sus vidas cotidianas.
En esa tarde, ese cielo nublado, en el que no se veía nada, con las calles destartaladas y el polvo que los rodeaba, se escucho una explosión a las afueras del barrio, la gente se asusto, comenzó a correr desesperada a refugiarse en donde pudiera, los niños buscaban a sus madres y viceversa.
Las bombas seguían cayendo, el ruido que hacían era insoportable, lastimaba los oídos, y cada vez se acercaba más al pueblito, palestino.
En cierto momento, las bombas llegaron... los gritos se confundían con las explosiones, la grande empezaba a cubrir las calles...

En una casa, una familia se refugiaba en el cuarto de los padres, eran la madre, el padre y sus dos hijos pequeños, de unos 5 y 6 años. La madre abrazaba a las dos criaturas, mientras estos lloraban desconsoladamente, iban con las ropas llenas de polvo y el más chico llevaba su cara toda ensangrentada, ya que estaba jugando con un amigo en la calle cuando exploto la primer bomba, mientras que la vibración hizo que se le cayera un poste encima de su amigo produciendo que le salpique toda la cara con la sangre del mismo. El padre mientras tanto protegía con sus brazos a su mujer y ambos hijos.
De pronto, suena un nuevo estallido, el cual tiene origen muy cerca de donde se encontraba la familia. Gracias a la bomba se derrumbo a pedazos la casa y todo el techo fue a parar sobre los cuerpos de los que allí se escondían.
  • Mami? Papi? - ese era el niño de cinco años, viendo a sus padres y a su hermana, muertos. Ese era un pequeño de cinco años viendo, con sus ojos inocentes llenos de lágrimas, los cuerpos destrozados de las personas que él más amaba en este mundo.

Al ver aquella escena, asustado, atinó a salir corriendo de la casa, de lo que quedaba de casa, y corrió y corrió, sin mirar atrás, sólo esquivaba a las personas que pasaban por su lado en un estado mucho peor que el de él.
De pronto, escucha como algo se acerca a donde él estaba, pero por culpa del polvo no podía ver absolutamente nada, peor cuando fue capaz de distinguir lo que se aproximaba, lo único que pudieron ver sus pequeños ojos marrones, fue la silueta de otra bomba que caía muy cerca. Y eso es lo último que pudo ver el niño, nada más, ni risas, ni juegos, solo bombas y a su familia siendo descuartizada por un pedazo de techo, procurando protegerlo de todo peligro.



''El genocidio que se está dando en Palestina debe parar, el mundo se bebe unir para que menos criaturas pierdan a sus padres, su inocencia y su vida''


Sean.